Es posible que no seas consciente de cómo afecta el estrés a la salud oral.
Los síntomas físicos y emocionales del estrés pueden generar dolores de cabeza, estómago o ansiedad. Pero, además, puede afectar mucho a tu salud bucodental.
Es importante identificar las causas del estrés y conocer las primeras señales de advertencia de tu cuerpo, que pueden presentarse en la boca. También es fundamental tomar medidas para reducir el estrés.
El estrés puede afectar su salud bucal de varias formas
Entre las principales formas en las que el estrés afecta a la salud oral, tenemos:
- Problemas de la mandíbula o trastornos de la articulación de la mandíbula o de los músculos masticatorios. Estos pueden cursar con dolor alrededor de la oreja o la cara.
- Rechinar los dientes o bruxismo. Puede suceder durante el día, especialmente cuando se está concentrado, o durante la noche.
- Mala higiene bucal, causada por la falta de un buen cepillado y uso del hilo dental. Y es que, si estás demasiado ocupado o te olvidas de mantener al día tu higiene dental, puedes terminar con caries y enfermedades de las encías.
- Herpes labial, que son causados por el virus del herpes simple HSV-1. El herpes labial a menudo se desencadena en situaciones de mucho estrés.
- Infecciones o llagas orales, que pueden aparecer como úlceras, manchas blancas o rojas. A menudo pueden ser provocados por el estrés.
- Disminución de la respuesta inmunitaria, causada por el estrés, y que puede provocar enfermedad periodontal (de las encías).
Como te decíamos, es importante llegar a la raíz del problema y descubrir por qué la persona está estresada.
Una vez que se hayan identificado las causas, es posible reducir los niveles de estrés, con la consecuente mejora global de la salud, también oral.
Consulta a tu dentista sobre las opciones de tratamiento
Si notas que el estrés está provocando problemas en tu salud oral, debes tomar medidas y consultar a un dentista.
Habla sin reservas con él. Si tus dientes rechinan, existen opciones como un protector nocturno a medida. Si hay dolor, puedes evitar alimentos duros o incluso se puede prescribir analgesia. Por otra parte, alejarse del tabaco y el alcohol es fundamental, ya que no ayudan a reducir el estrés.
Ahora que sabes cómo afecta el estrés a la salud oral, es importante dar el paso hacia mejorar tus circunstancias. En caso de duda, consulta a un profesional de la salud: no es necesario padecer las consecuencias de un estrés elevado.